El mandatario fue abucheado y llamado “traidor a la patria” tras visitar un restaurante donde sus seguidores se refugiaron tras las protestas del día anterior en defensa de la educación pública.
Los manifestantes expresaban su descontento contra el veto presidencial a la ley aprobada en el Congreso que aumentaba los montos de las pensiones de acuerdo a la inflación.
La denuncia fue interpuesta por tres diputados de la Unión Cívica Radical, que reclaman que el mandatario usara fondos públicos en un viaje “de carácter estrictamente personal”.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, dijo que denunciarán penalmente a los manifestantes que "quemaron bienes públicos, tiraron piedras y atacaron a funcionarios policiales".
Las fuerzas de seguridad emplearon balas de goma, gases y chorros de agua para disolver las protestas afuera del Congreso, donde la “Ley Ómnibus” sigue sin ser aprobada.
Los legisladores dejaron el Congreso lugo de que la policía disparara balas de goma contra los manifestantes que rechazan el paquete de reformas del mandatario ultraderechista.
La respuesta de las fuerzas de seguridad se da en medio del debate sobre la constitucionalidad del decreto impulsado por el mandatario ultraderechista para desregular la economía argentina.
A pesar de que el mandatario minimizó la manifestación del día anterior, aún debe negociar con los congresistas si desea la aprobación de sus medidas de desregulación económica.